¿Qué es un contrato mercantil?

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24 de junio de 2020

Un contrato mercantil, también conocido como contrato mercantil de prestación de servicios, es un acuerdo por el cual se regula la prestación de servicios entre dos personas físicas o jurídicas. El caso más común en el cual se realiza un contrato mercantil es cuando un trabajador autónomo va a prestar sus servicios a una empresa a cambio de una compensación económica.

Un contrato mercantil se rige por el Código de Comercio, la normativa que regula la legislación comercial de cada país. Esa es otra de las diferencias de este tipo de contrato con uno laboral, puesto que estos últimos se regulan por el Estatuto de los trabajadores. El autónomo, al ser un profesional independiente, no pasará a formar parte de la empresa puesto que actuará como un colaborador externo que prestará un servicio a cambio de una remuneración.

Ventajas del contrato mercantil

El contrato mercantil, como ya hemos visto, posee unas características únicas que hace que se diferencie de los contratos laborales. Algunas de las ventajas más reseñables que aporta un contrato mercantil frente al laboral son:

• Para las empresas:
  • No deberán abonar el IRPF ni la Seguridad Social de los contratistas.
  • No tendrán que hacerse cargo de las bajas laborales ni de las vacaciones de la persona responsable de prestar los servicios.
  • Ahorro de costes en general, frente a los que supone contratar a un trabajador por cuenta ajena.

• Para los autónomos:
  • Flexibilidad de horarios y mayores ingresos.
  • Posibilidad de incluir una cláusula de penalización económica en caso de que la empresa quisiera prescindir de sus servicios antes de la fecha prevista, para poder protegerse.
  • Posibilidad de poder trabajar para varios clientes a la vez y poder aumentar sus ingresos.

Contenido del contrato de prestación de servicios

El contrato mercantil o de prestación de servicios tiene que contener unos apartados imprescindibles para poder formalizarlo:

• Identificación de las partes implicadas: Debemos anotar el NIF o CIF en caso de la empresa, el nombre comercial, razón social y domicilio de empresa y autónomo.
• Objeto del contrato: Se debe detallar con exactitud los servicios que el autónomo va a brindar a la empresa.
• Obligaciones y derechos: El contrato mercantil debe incluir las condiciones con las que ambas partes se comprometen y las posibles penalizaciones que surgirían si una de ellas incumple alguna de estas condiciones.
• Forma de pago: El contrato incluirá el precio total al que asciende el servicio prestado, incluyendo impuestos, la forma de pago y los plazos para hacerlo.
• Firma de las partes implicadas.

Tipos de contratos mercantiles

En el contrato mercantil de prestación de servicios encontramos diferentes modalidades, cada una con sus características que diferencian a este tipo de contratos:

• Contratos de cambio: Se caracterizan por un intercambio de bienes o por prestar un servicio. En esta categoría encontramos los contratos de compraventa, permuta, suministro, transporte y contrato por obra.
• Contratos de colaboración: Se celebran cuando una empresa desea contratar a alguien para que realice una tarea concreta de forma puntual. Aquí encontramos los contratos de comisión, edición, agencia y también los contratos de franquicia.
• Contrato de seguro: Este tipo de contrato se da cuando la parte aseguradora, a cambio de recibir unas cuotas determinadas, cubre a la parte que asegura frente a determinados riesgos que se estipulan en el contrato.
• Contrato de préstamo y crédito: Están diseñados para que las entidades bancarias puedan formalizar la prestación económica que realizan a un particular o empresa. La relación comercial se basa en el pago de los intereses generados por el préstamo o crédito.
• Contratos de conservación o custodia: El depositante entrega un bien o varios al depositario, que tiene la obligación de guardar y cuidar la mercancía a cambio de una retribución económica. También se incluyen en esta categoría los conocidos como contratos de depósito.
• Contratos de garantía: En esta sección podemos incluir los contratos de prenda, fianza o hipoteca.

El contrato mercantil para autónomos

Como ya hemos visto, este tipo de contrato de prestación de servicios es el más utilizado por los autónomos para poder trabajar por cuenta propia para otras empresas. La formalización de un contrato de estas características les reporta numerosos beneficios, puesto que podrán protegerse si la otra parte incumple con sus obligaciones.

En el contrato mercantil para autónomos dependientes o TRADE –aquellos que cuyos ingresos dependen en más de un 75% de un mismo cliente-, deberá además ser dado de alta en el SEPE. En este tipo de contrato el autónomo dependiente podrá organizar el trabajo por su cuenta y criterios propios, y no podrá tener trabajadores a su cuenta. Es importante así mismo que el trabajo que desempeñe se diferencie muy bien del que desarrollan los trabajadores por cuenta ajena de la empresa, para poder demostrar que la persona no está actuando como un falso autónomo y que es totalmente independiente de la empresa.

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